El post de hoy es muy de opinón personal e intransferible porque quiero compartir contigo unos cuantos consejos para cuidar del pelo afro. Son para pelo afro porque mi pelo lo es y es lo que conozco, pero también te los puedes aplicar si tu pelo no es afro. Seguro que también te pueden servir, ya verás.
Ya sabes que en los artículos de opinón o crítica, como éste, lo que expreso es eso, mi opinión, que no tiene por qué coincidir con la tuya, ni la expreso para cambiar la tuya. La comparto porque me gusta compartir, pero no por predicar desde un pedestal que esto es lo que tienes que hacer para cuidar de tu pelo.
Sencillamente éstas son algunas cosas que me han funcionado a mí, que no tienen por qué ser las que te funcionan a ti. O sí. Eso lo tienes que valorar tú. Así que, sin más dilación vamos a empezar con mis…
10 consejos para cuidar el pelo afro
Están puestos en este orden, igual que podrían estar en cualquier otro. Es decir que no tienen ningún orden especial y no creo que ninguno sea más importante que el otro. Son diez consejos. Ya está, no le demos más vueltas.
1. Conviértete en una experta en tu pelo
Si bien es cierto que hay factores y características comunes al pelo afro (digamos, por ejemplo, su fragilidad y su sequedad), cada afro es un mundo, igual que cada persona. Y lo que me puede funcionar a mí puede que no te funcione a ti. Por eso tú tienes que convertirte en una experta en el cuidado de tu propio pelo afro. Estos consejos para cuidar el pelo afro puede que no sirvan de nada porque a ti te funciona otra cosa. Y eso está bien siempre y cuando aprendas qué es lo que te funciona a ti. Por eso no descartes un producto porque una gran gurú del Mundo Rizado ha dicho que no funciona. Porque puede que no le funcione a ella, pero a ti sí. Y nadie debe conocerte a ti misma (y por tanto a tu pelo) mejor que tú.
2. No te obsesiones con saber qué tipo de pelo afro es tu melena
Puede que pienses que esto entra, en parte, en contradicción con el punto anterior, pero es que a mí hay clasificaciones que ni me vienen ni me van. Que sí 4a, que si 3c, que si 5z… ¡tocado y hundido! Realmente, ¿de qué te sirve saber qué tipo de rizo tienes? Además, según cómo sean tus rizos, es posible que te acabes dando cuenta de que tienes diferentes tipos de rizos en según qué partes de tu cabeza. Así que… tal vez no sea tan importante. Lo que, en cambio sí considero muy importante que conozcas la porosidad de tu cabello. Ése, para mí, es un indicador mucho más importante que no el tipo de rizo.
3. Bebe agua y come sano.
¿Que qué tiene que ver con el pelo? Pues evidentemente, mucho. Si estamos sanos por dentro, se refleja por fuera, sobre todo por lo que respecta a la hidratación. No me vale de nada que te mates poniéndote livines (leave ins), sellando con aceites, haciendo esta técnica, la otra y la de la moto… si no te hidratas también por dentro, no ganamos nada. Así que bebe agua.
Dicen -dicen- que también hay alimentos que ayudan a que crezca el pelo. Sí, como también los hay para producir más leche cuando estás amamantando -mentira-. Así que cuanto más sano comas, mejor. Lo notarán tu pelo, tus uñas, tu piel y tu estado físico en general. No se trata de pasarnos la vida haciendo dietas restrictivas. Es más, si hacemos dietas restrictivas, en las que nos falta el aporte necesario de determinados nutrientes, nuestro pelo también lo notará. Pero para mal.
4. La genética también influye.
El pelo crece, sí. Pero a diferentes velocidades. A mi hubbie -mi marido- el pelo le crece deprisa no: lo siguiente. En cambio a mí me crece el pelo más despacio. ¿Y? Pues nada, que cada pelo crece a su ritmo. Y tu pelo puede que no crezca tan deprisa como el afro de tu amiga… ni tan despacio como la melena de tu compañera de trabajo. Estate por lo que tienes que estar, que es tu melena.
5. El pelo afro se encoge. Relájate
Te doy la bienvenida al Maravilloso Mundo del Encogimiento. El pelo afro es el máximo exponente del pelo rizado, y los rizos se encogen. Lo sabes, ¿no? Pues eso. Puede que tú te desesperes cada vez que te pones ante el espejo y te ves con tu fro ahí, con esa misma medida desesperante. Pero resulta que si coges un mechón por la punta y lo estiras… ¡wow! ¿A que no está tan corto? Pues eso.
6. No te compares. Con nadie.
“Es que Fulanita se cortó el pelo más tarde que yo y ya lo tiene más largo”.” Es que Menganita no se hace en el pelo ni la mitad de cosas que me hago yo y tiene un pelo afro que no veas”. Ya, bueno. Voy a volver a decirlo, a riesgo de sonar repetitiva: ¿Y? Quiero decir… esto no es una carrera ni una competición. Asúmelo, acéptalo y ya está. Cuida de tu pelo afro para que esté sano y, cuando quieras darte cuenta, estará en una medida que no habías pensado.
7. Disfruta de cada etapa de tu pelo afro
Recuerdo cuando estaba obsesionada con los objetivos de crecimiento del pelo afro. No sé si lo sabes, pero hay unos, llamémosles, objetivos generales de medida del pelo, que también operan para el pelo afro, por supuesto, y entre los cuales los más comunes suelen ser:
- Ear length: hasta la oreja.
- Neck length: hasta el cuello.
- Armpit length: hasta la axila.
- Bra strap length: hasta la trabilla del sujetador.
- Mid back length: hasta media espalda.
- Waist length: hasta la cintura.
Recuerdo que, cuando empecé mi hair journey, después de hacerme el big chop, hice algunos artículos sobre mi hair update, comprobando y actualizando el crecimiento de mi cabello. Al final me cansé, y lo dije en este post de reflexión sobre el estado de mi pelo. Ese post tomaba la determinación de dejar de tener una meta y optar por disfrutar de mi pelo en cada etapa. Para mí ha resultado más sano a nivel mental, porque así no me obsesiono con que mi pelo tiene que llegar a una medida determinada; porque entonces parece una carrera, y ya hemos dicho en el punto anterior que de competición, nada de nada.
8. Sé fiel a lo que te funciona
A ver cómo explico esto sin caer en el sinsentido. Cuando digo que seas fiel a lo que te funciona, me refiero a que si encuentras una rutina que te va bien a ti y a tu pelo afro, la conserves. Cuando digo que te va bien a ti, me refiero a que son técnicas y cuidados que no son engorrosos para ti, que los haces a gusto. Y cuando digo que le van bien a tu pelo, quiero decir que ves resultados positivos en tu afro. Si encuentras esa rutina, consérvala mientras te funcione.
Por contra, encontrar lo que nos funciona requiere de mucha investigación, y de tirar mucho del ensayo-error. Probarás productos, técnicas, tratamientos y peinados que no te funcionarán… hasta que darás con la fórmula perfecta para ti. Cuando la encuentras, ¡no la cambies! Seguro que te servirá durante una buena temporada hasta que te vuelva a apetecer probar ese producto del que tanto se habla en internet y que a todo el mundo le funciona; o hasta que cambie la estación del año y creas que tienes que reorganizar el cuidado de tu pelo.
Sea lo que sea, seguro que por temporadas largas puedes serle fiel a una rutina y a unos productos en concreto. Yo ahora mismo estoy encantada con la rutina y los productos para el cuidado del cabello que he establecido.
9. Enamórate de tu pelo afro
¿Qué? ¿Que suena absurdo? A lo mejor, pero te voy a explicar. ¿Tú como tratas a la gente de la que te enamoras? Sí, sí. Ahora te parece que lo que te pregunto no tiene ninguna relación, pero tú contesta. ¿Verdad que tratas bien a la gente a la que quieres? Tus amistades, tus hijos (si los tienes), tu pareja, tus padres… les quieres, y como les quieres, les tratas bien (¡o más te vale!). Pues si te enamoras de tu pelo, seguro que lo tratarás con cuidado, con amor, con mimo. Dedícale tu tiempo y tus atenciones. Busca esos espacios para estar por él y darle la atención que requiere.
Yo lo he dicho en más de una ocasión, pero para mí, los cuidados de la piel y los cuidados del cabello tienen la categoría de ritual. RITUAL. Eso he dicho. Porque la mañana que le dedico a mi pelo, estoy solo por mi pelo, y me tomo todo el tiempo del mundo. ¿Podría desenredar, lavar mi pelo y peinarlo en menos tiempo? Sí, claro. De hecho, alguna vez entre semana, en una hora he estado lista (desde que entré en la ducha a lavarme el pelo hasta que terminé de peinarme). Pero no me gusta. Es mi tiempo. Es mi momento de estar encerrada en el baño sin estar pendiente de otra cosa que no sea mi pelo y yo. Y por eso me lo tomo con calma y lo hago todo despacio. Porque las cosas que tienen categoría de rito se hace así. Sin prisa.
10. Con el tiempo y una caña…
Estas frases relativas al tiempo, al final, acaban teniendo razón. Y, con el paso del tiempo llegarán los resultados: todos. Porque con el paso del tiempo:
- Te convertirás en una experta sobre tu pelo.
- Te enamorarás de tu melena.
- Aceptarás la realidad y la idiosincrasia de tu pelo afro porque te habrás enamorado de él.
- Disfrutarás de los momentos de cuidado de tu cabello.
- Mirarás atrás, verás todo lo que has aprendido sobre ti y te sorprenderás.
¡Chimpón!
Uf… vaya post más largo, Desirée, eres un poquito pesada, ¡eh! Ya, ya… es que me pongo a escribir, igual que a hablar, y me quedo sola. La ventaja de tener un blog es justamente ésta: que nadie viene a decirme “¡calla, pesada!”… por lo menos mientras escribo, ¡jejeje!
Bueno, fuera bromas, éstos son los consejos para cuidar el cabello afro que quería compartir hoy contigo después de llevar ya algo más de tres añitos de andadura en el Mundo Rizado. Pero ahora, ya que has llegado hasta aquí y has leído todo este tostón, quiero saber tú opinión.
¿Qué te parecen estos consejos? ¿Qué consejos para cuidar el pelo afro añadirías tú?
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